Nació en 1982 en la Ciudad de Buenos Aires. Vive y trabaja en México desde el 2008 en donde desarrolla su trabajo personal así como, proyectos en colaboración y trabajo colectivo. Es artista, coreógrafa, gestora cultural y su obra está vinculada a la interdisciplina desarrollando trabajos expositivos y en arte educación. Dentro de su práctica, el cuerpo es el punto de partida de una investigación expandida. Entiende la coreografía como las relaciones que se establecen entre cuerpos e ideas, y traduce esto en una manera de pensar y de observar el mundo en términos de tensiones, de fuerzas, de contrapesos, de balances y desbalances: en términos de acción, y por lo tanto, de vida. Su obra performática es ritualista e ingrávida. Se acerca al dibujo y a la escritura como una extensión de lo efímero, una manera de documentar la acción y volverla material de estudio sensible.
Coordina el programa público y el área educativa del Museo Diego Rivera Anahuacalli. Fue beneficiaria de EFIARTES VISUALES 2022 para realizar el proyecto interdisciplinar Cómo siendo peces podemos ver el agua. Es parte del Colectivo AM, un grupo de coreógrafas que trabaja en colaboración desde el 2010 en proyectos vinculados a la noción de historia, archivo y cuerpo.
Sus piezas más destacadas son Arrecife coautora con Colectivo AM comisionada por el MUAC, Flota, Insistir Insistir Insistir coautora con Abraham Cruzvillegas, Nueve punto Ocho coautora con Nuria Armenta entre otras. Publicó su primer libro dibujado, Cómo estar 10 horas de pie, con Gato Negro Ediciones 2020. Fue artista beneficiaria de EMPAC, Experimental Media and Performing Arts, NY, EU. Tanztage Berlin y Landeshauptstadt Munich Kulturreferat, Alemania. Fondo Nacional por la Cultura y las Artes, Museo Tamayo, entre otros. Su trabajo se ha presentado en SAPS La Tallera. MUAC, Museo Universitario de Arte Contemporáneo. Museo Experimental del Eco. The Kitchen Performance Center NY, EU. Redcat, Pacific Standart Time, LA, EU. Teatro Pradillo, Madrid España. Panamá Aérea, Ciudad de Panamá. DOCH, Dans och Cirkushögskolan, Suecia, entre otros. Fue seleccionada como Artista Escénica del año 2019 por la revista mexicana de arte contemporáneo “La Tempestad”.
Sobre mi trabajo:
Me interesa invitar al espectador - lector a pensar las tensiones que se generan entre lo que está vivo y lo que se desprende de esa vida. Preguntarnos cómo es un cuerpo, nos puede llevar a conocernos de una manera distinta a la que nos propone nuestra cultura occidental y capitalista, y nos permitirá concederle nuevas cualidades y funciones en la vida cotidiana, individual y social.
Después de un camino largo que me llevó a desaprender mucho para aprender otro tanto y entender algo acerca de lo duro que es un mundo que se construye sometiendo, fragilizando y despotencializando a los cuerpos, hoy me interesa usar al cuerpo para poner tensión. Utilizar el peso, para tensionar ideas, conceptos, preguntas. Si nuestra cultura se construyó en base a controlar cuerpos, y a usar fuerzas verticales, yo quiero ofrecerles lo contrario: la suspensión y la caída.
Suspender el momento en el que el vaso está cayendo, es la posibilidad de habitar el momento de la indefinición, de lo no clasificado, de lo inacabado y de lo no resuelto. Lo que está suspendido ya dejó de ser lo que era pero todavía no es eso en lo que se va a convertir.
La invitación consiste en observar al mundo desde otro tipo de funcionalidad, ya que lo que está suspendido no opera en términos de productividad, sino en términos de fuerzas y relaciones. Usar la fuerza para resignificarla y deserectizarla. Usar la suspensión para suspender lo que está dado y generar nuevos sentidos.
Pensar la caída como una potencia es deserectizarla. Si estás a punto de caer y te pones durx y rígidx, te va a doler; si te caes y dejas a tu cuerpo blando, la caída te va a llevar a alguna parte del espacio que no habías planeado, pssssst (te lo digo al oído, el piso está muy cerca). Aprender a caer para cambiar la dirección, caer en las preguntas y acercarse desde la observación. Lxs niñxs se aproximan al mundo desde la curiosidad, la primera pregunta es ¿cómo funciona mi cuerpo?, para luego preguntarse ¿cómo funciona mi cuerpo en el mundo y con el mundo?. En cambio, la raíz de nuestra cultura erecta y de conquista, no se abre a curiosear o preguntar; normativiza, clasifica y usa.
Caer, no para destruir, sino para transformar.
Suspender lo que está dado para producir nuevos sentidos.
Devolvernos lo que no le pertenece más que a unx mismo: nuestro peso, nuestros cuerpos.
Lo único indisociable de nuestra existencia es el cuerpo. Lo único que no necesitamos adquirir, comprar o desear, es nuestro cuerpo. Mas allá de nuestra clase social o poder adquisitivo, lo único que poseemos ocupa el lugar más misterioso y desconocido de nuestra sociedad.